La cocina de gas se ha puesto muy de actualidad en los últimos años, pero lo cierto es que nos referimos a las cocinas de siempre. Seguramente asocias esta cocina con la casa de tu abuela, ya que siempre se han utilizado cuando no existía la cocina eléctrica. Para entonces, las cocinas de inducción (un tipo de cocina que calienta recipientes colocados en ellas mediante energía electromagnética) y las cocinas de vidrio cerámico ya se habían popularizado.

Por eso te traemos este post, en el que te contaremos en detalle qué es una cocina de gas y cuáles son sus principales ventajas y desventajas frente a otro tipo de cocinas. Si te interesa este tema porque tienes que tomar la decisión de instalar la cocina de gas en tu hogar, no dudes en seguir leyendo esta noticia y resolver todas tus dudas.

Cocina de gas

Cuando nos referimos a una cocina de gas, estamos hablando de una clase de cocina que requiere una instalación de gas natural para funcionar. Normalmente tenemos que encenderlo manualmente, ya sea con un mechero o con un paquete de fósforos, mucho más tradicional. Una de las razones fundamentales por las que necesitamos evaluar adecuadamente el tipo de consumo que vamos a realizar es por la frecuencia de su uso. Es más normal que, según el tipo de cocción, sea mejor o peor cocinar al fuego o eléctrico.

Por ejemplo, para hacer una receta que requiere un tiempo de cocción prolongado, como un estofado, a menudo se sugiere cocinarlo en una cocina eléctrica. Esto se debe a que mantiene la temperatura estable y podemos establecer un tempo específico con el temporizador y se apagará cuando esté listo. Sin embargo, a la hora de freír, una cocina de gas aporta más potencia para calentar el aceite y le da un resultado mucho más natural.

Principales características

Una cocina de gas ofrece varias ventajas. Entre ellos podemos mencionar, por ejemplo, que son mucho más eficientes que otras cocinas como las vitrocerámicas o de inducción. Veamos por qué. En primer lugar, es porque producen mucha menos contaminación con dióxido de carbono. De hecho, las cocinas de gas producen en promedio alrededor de 250-300 gramos de dióxido de carbono por cada kWh de energía. Por otro lado, las cocinas eléctricas, las vitrocerámicas y otros tipos de cocinas producen más del doble.

Por otro lado, con las cocinas que marchan con gas natural o gas butano, puedes cocinar con cualquier recipiente. Pueden ser ollas o sartenes de barro, hierro, acero inoxidable, cerámica o algún otro material. Sin duda, también puedes utilizar cualquier tipo de sartén (normal o especial), olla o taza. Quizás por eso es el tipo de cocina más popular entre los profesionales de la industria y los entusiastas de la cocina de todo el mundo.

Además, con una cocina de gas puedes controlar la temperatura de los quemadores en cualquier momento directamente a través de la llama. A diferencia de otras cocinas, podemos realizar cambios bruscos de temperatura en cualquier momento.

Y para continuar con los beneficios de usar el horno preparado para gas butano, hay que decir que al realizar un proceso de combustión, el agua interna se evapora, creando una atmósfera húmeda que evita que los alimentos en el horno se echen a perder con demasiada facilidad.

¿Necesitas una tarifa más alta?

Y finalmente, una de las grandes cosas de las cocinas de gas es que, como dijimos anteriormente, son mucho más eficientes y efectivas que otras cocinas. Por lo tanto, el recibo de la luz se reducirá significativamente a fin de mes. Esto es algo muy importante que también depende de la tarifa de luz o gas que hayamos pactado contractualmente. Te lo explicamos a continuación: 

  • Si la cocina funciona con gas natural, usamos menos electricidad. Por tanto, tenemos que buscar una tarifa ligera con una producción anual menor, siempre con el objetivo de pagar menos a final de mes. De esa manera, debe buscar una tarifa de gas que cubra una potencia más alta y elegir entre una tarifa de 3.1 o 3.2.
  • Otra posibilidad es que la cocina de gas funcione con una botella de butano, que se compra independientemente del sistema de gas de nuestra casa. Por lo general, se encuentra al lado o en la cocina y se conecta a ella a través de válvulas de seguridad, que deben manipularse con cuidado y controlarse regularmente. De esta forma la tasa de gas será menor ya que es un sistema alternativo. Elija la mejor opción para su hogar, tanto por sus preferencias como económicamente.

Pros y contra de una cocina de gas

Entre las principales desventajas de utilizar una cocina de gas en detrimento de otro tipo de cocinas, se puede mencionar que requieren un mantenimiento más exhaustivo y revisiones generales más regulares, ya que es necesario asegurar que la ventilación sea la adecuada, que la instalación de gas permanece como estaba el primer día y que los distintos reguladores de cocina (combustión, temperatura, etc.) también se encuentran en perfecto estado y no presentan fallas que puedan ser perjudiciales y / o peligrosas para los miembros de la casa. Es por esto que se sugiere una revisión anual de las líneas de gas, así como detener su uso tan pronto como notemos un determinado tipo de mal funcionamiento.

Por otro lado, las cocinas de gas siempre requieren un cilindro de gas que siempre está en la parte superior en algún lugar de la casa. Si es posible, debe reservar un espacio en su casa para este cilindro en la misma cocina, lo que puede ser un inconveniente. Sin embargo, en estos días, las compañías de gas han utilizado herramientas como cilindros colectivos o comunales, por lo que no es necesario tenerlos en el sitio.

Consejos para elegir una cocina de gas

Una cocina de gas es una inversión a largo plazo. Por eso vale la pena analizar si nos conviene más o menos. Los expertos en su uso, los cocineros, son francos. En una cocina profesional siempre se dará prioridad a las estufas de gas. El fuego da mucha más estabilidad a la cocción, así como un sabor mucho más real a la comida. Además, el abastecimiento continuo de gas garantiza una mejor calidad de cocción, ya que este proceso no se paralizará en ningún momento. Además, al no depender de la energía eléctrica, se puede descansar tranquilamente.

Años atrás, hubo algunas preocupaciones sobre el uso de cocinas de gas en el hogar. Sin embargo, este miedo ya no tiene mayor cabida, ya que las tuberías se han adaptado a nuevos tipos de suministro.